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viernes, 13 de noviembre de 2015

Pastel provenzal


    
     Este plato se basa en una receta de Jamie Oliver. Por una vez he sido bastante fiel, pues así me lo ha pedido mi hijo, y sólo he hecho ligeros cambios del original. Reconozco que Oliver es de los cocineros que más me divierte. Yo no soy de seguir a nadie, voy a mi bola, pero es de los que me llama la atención por su entusiasmo y su puesta en escena, divertida y algo alocada. Dicho esto, paso a explicaros la receta... A ver si me sale. Se trata de un pastel hecho con crêpes y béchamel de cebolla al que añadimos tomate, jamón y queso. No es complicado ni demasiado laborioso pero hay que organizarse. 

     Voy a empezar con los crêpes que son parecidos a los que hago yo pero con menos leche y más huevos. Por lo demás, prácticamente lo mismo. Necesitamos:
120 grs de harina
2 huevos grandes
100 ml de leche
Sal y una cucharada de aceite
(Agua)

   Bien, él no ponía agua pero yo he añadido como media taza pues me parecía una masa demasiado espesa. También he puesto un poco más de leche (el ponía 70 ml). Es defecto de los ferrolanos que estamos acostumbrados al freixó muy fino. Es decir, que los crêpes los he tuneado ligeramente. También he cambiado 20 grs de mantequilla por aceite porque se me acabó haciendo un brownie... Batimos todos los ingredientes y los hacemos en una sartén grande, como de tortilla de patatas. A mí me salieron 5 crêpes. No os pongo fotos porque ya sabemos cómo se hacen: Sartén engrasada, cucharón de masa, vuelta a dedo...


     La béchamel de cebolla pues ya os la imagináis. Aquí he hecho un poco lo que me ha dado la gana. He pochado una cebolla picadita, sin exagerar, hasta que estaba transparente. Depués doramos unos 50 grs de harina -dos cucharadas- y añadimos la leche -algo más de medio litro-. Yo la pongo en frío, poco a poco, y después la vuelvo al fuego para que espese. Es mi manera y me va bien. Debe quedar más fina que la de croquetas. No hace falta cocerla los 20 minutos porque va a ir al horno un buen rato. Salamos, ponemos nuez moscada y ¡atención! una cucharadita de mostaza. Esto no lo había hecho en mi vida. Tenía que ser inglesa, yo la puse de la antigua, la que tenía, y quedó muy bonita y rica. Curioso lo de la béchamel con mostaza. Como decimos en Ferrol: Nunca lo viera.


     También hay que pelar un par de tomates, aliñarlos con sal, albahaca y aceite y reservarlos. Como no tenía albahaca, añadí un poco de hierbabuena. Quedó muy bien. Para ponerlos sobre la béchamel, los escurrimos. A mí me sobró tomate, así que, quizás con un sólo tomate sea suficiente. Esto para mi gusto.


     Montar el pastel es fácil. El orden es: crêpe-béchamel-jamón-queso-crepe... Si os fijáis, yo he alternado gouda y cheddar. Lo que había en la nevera. El jamón, pues bueno, que sea rico pero no hace falta tirar la casa por la ventana.


     Terminamos con un crêpe. Si rellenáis más al centro, os quedará como a mí, como una mota. Si lo repartís mejor, pues también me gusta. Más plano. ¡Ah! En el interior lleva, supuestamente, perejil fresco pero yo no se lo puse ya que no lo tenía... Lo que queráis y os guste.


     El último crêpe (en francés es une crêpe pero en español no me suena bien) lo cubrimos de béchamel y queso. Esto va al horno una media hora hasta que esté bien caliente, fundidos los quesos y dorados.



     El pastel es grande como una tortilla de patatas familiar y cunde bastante. Hay que ponerlo en un plato redondo que pueda ir al horno,claro.  

     En la foto siguiente veis la ración a la que le faltaba un acompañamiento, quizás una ensalada o unas setas salteadas. Hablando de setas, no estaría mal poner setas en vez de tomate. Y, respecto a la béchamel, se podría hacer con espinacas, por ejemplo. Ya veis que da para hacer variantes. Total, que es una especie de lasagna hecha con crêpes. Es muy rico este pastel. Resulta fácil de preparar y podemos hacer los cambios que queramos en el relleno.



     Aquí el corte, que deja ver, creo, los quesos fundidos. Pienso que es un plato bastante definitivo en el sentido de que es sencillo y muy económico. Además es muy rico, claro, si no... no sería aconsejable.


     Y, por último una foto del postre. El brownie que se "comió" la mantequilla, cubierto de crema y mermelada. Un tuneo de otra receta de Jamie. Nos gustó mucho el sabor pero la presentación no quedó demasiado bien. Quizás fue fallo mío. Bueno, lo repetiré y ya os cuento. Respecto al pastel provenzal, os animo a hacerlo porque es realmente sabroso. Muy buenos días y feliz fin de semana.


4 comentarios:

  1. La pinta ....de muerte, si me da tiempo, lo hago hoy.

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    1. A nosotros nos ha encantado y me da bastante menos pereza que una lasagna. Vamos, que lo haré más veces con diferentes rellenos. Gracias Celia. Un beso.

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  2. Respuestas
    1. Muchas gracias Macamen!! La verdad es que está riquísimo. Besos.

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